Cada vez son más frecuentes las noticias en la prensa, a través de las cuales se da a conocer como grandes empresas u organizaciones han sido víctimas de diferentes tipos de ataques e infecciones que afectan a sus datos y a su infraestructura.
Desde nuestra pequeña empresa, debemos de ser conscientes del peligro que supone no estar protegidos y no estar alerta ante estas amenazas que pueden producir graves daños a nuestra organización empresarial y a nuestros clientes, por la pérdida de datos e información que esto puedo producirnos.
¿Cómo proteger nuestra empresa ante los ciberataques?
Las posibles vías de infección sobre las que debemos de prestar especial atención en nuestra empresa, son dos:
- Dispositivos de almacenamiento de datos. Cuando utilicemos USB, discos externos o archivos de cualquier tipo que compartimos en nuestros equipos informáticos o servidores, debemos de analizarlos previamente con un antivirus de calidad y extremar el origen de los datos que copiamos e intercambiamos en los mismos. Intentando evitar datos de origen dudoso o que puedan darnos algún tipo de problema.
- Internet y correos electrónicos. Este es el principal frente sobre el que debemos de prestar especial atención. Debemos de seguir las siguientes pautas de seguridad con los mismos:
- No instalar programas de origen desconocido y que no sean de proveedores de confianza total.
- No descargar archivos en correos electrónicos que no hayamos solicitado y que sean de remitentes desconocidos o que nos generen sospechas de algo raro.
- No acceder a enlaces externos, urls de terceros que no sean de confianza en correos electrónicos y que nos lleven a páginas webs extrañas o desconocidas.
- No hacer caso a correos de suplantación de identidad en los que se nos soliciten nuestros datos de acceso a bancos o sistemas similares.
Reglas de oro en la seguridad de nuestra empresa.
- Mantener un sistema de antivirus actualizado y de calidad.
- Mantener actualizados nuestros programas y sistemas operativos, con las últimas versiones disponibles del mercado.
- Realizar copias de seguridad periódicas de nuestros datos para en caso de catástrofe poder disponer de los mismos para recuperarlos.
- Extremar las medidas de seguridad en los programas que instalamos en nuestros equipos informáticos, reduciendo estos al mínimo posible y sólo con proveedores de total confianza.
- Ante correos sospechosos, de origen desconocido y similar, nunca facilitar nuestras contraseñas o datos confidenciales, ni descargar ficheros o programas de origen desconocido que pueden ser una vía de entrada de infecciones a nuestros equipos.
- En caso de equipos portátiles o móviles, vigilar desde donde nos conectamos y las redes públicas que utilizamos que pueden ser un punto de observación por parte de terceros en las que nuestros datos pueden ser interceptados por terceros.
Debemos de utilizar el sentido común, y vigilar como utilizamos el correo electrónico de nuestra empresa y como tratamos nuestros datos, de este modo conseguiremos a través de la prevención evitar problemas e incidencias de seguridad que nos pueden causar graves perjuicios en el futuro.
Contacte con nosotros sin compromiso, nuestro equipo está a su disposición para cualquier duda o consulta que quiera plantearnos.